Teresa de Los Andes,
que de la mano de María te convertiste en una joven enamorada de Jesucristo,
eres modelo de santidad
y camino de perfección para la iglesia.
Tú supiste reír, amar, jugar y servir.
Tú fuiste fuerte para asumir el dolor
y generosa para amar.
Tú supiste contemplar a Dios
en las cosas sencillas de la vida.
Muéstranos el amor del Padre
para vivir la amistad con alegría
y con ternura en la familia.
Ayuda a los débiles y a los tristes
para que el Espíritu
los anime en la esperanza.
Intercede por nosotros
y pide para Chile el amor y la paz.
Teresa de Los Andes,
hija predilecta de
Religiosa del Carmelo,
amiga de los jóvenes,
servidora de los pobres,
ruega por nosotros cada día.
Amén.
0 comentarios:
Publicar un comentario