Amantísimo Santo,
a ti vengo con la fe de mi alma cristiana
a buscar consuelo y a suplicaros
con todo el afecto que os profeso
me consigáis por vuestra poderosa intersección,
la gracia que a continuación os pido
(decir petición).
Aquí ante tu imagen dejo la necesidad de mi súplica.
Tu eres mi esperanza.
Tu eres mi esperanza.
Tú eres mi consuelo.
Tu divina providencia esté en mí en cada momento.
Rezar un Padre Nuestro y un Ave María.
Rezar un Padre Nuestro y un Ave María.
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