Tengo un ansia infinita de amar y ser amado.
El amor es como el sol, esa fuerza creadora
que ansía estar al servicio y gozo del ser amado.
Cuando uno se enamora, parece que todo cambia
y se quiere conquistar a todo el mundo para la amada.
Se está pendiente hasta de sus más pequeños gestos.
Y se es capaz de realizar los mayores sacrificios...
Pienso continuamente en quien amo,
imagino lo que vamos a hacer cuando estemos juntos,
y mis últimos pensamientos y recuerdos son para ella.
Pero el amor sin un profundo conocimiento
de lo amado es primitivo y demasiado instintivo.
Madrecita mía, si el amor es la fuerza del universo,
¿cómo no anhelar que sea la fuerza
impulsora de la vida de cada uno?
El gustar un poquito de amor humano,
me ha hecho anhelar un amor mayor.
Un amor que dure para siempre,
convirtiéndose en fidelidad:
que es el cuidado inmaculado, la poderosa custodia
y la permanencia victoriosa
del primer amor...
El amor es aún más:
' vivir en el otro, con el otro y para el otro',
es dar la vida, cada minuto,
cada acto de nuestra vida diaria,
para que todo se convierta
en un rayo del amor divino hacia nosotros.
Amén.
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