(Con esta bendición, Don Bosco invocó y obtuvo
la protección de la Virgen en incontables ocasiones)
-Nuestro auxilio nos viene del Señor.
-Que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
Bajo tu amparo nos refugiamos,
Santa Madre de Dios,
no desatiendas las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
-María Auxilio de los cristianos.
-Ruega por nosotros.
-Señor, escucha nuestra oración
-Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno,
con la ayuda del Espíritu Santo,
preparaste el cuerpo y el alma
de María, la Virgen Madre,
para ser digna morada de tu Hijo;
al recordarla con alegría, líbranos
por su intercesión de los males presentes
y de la muerte eterna.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
-Amén.
-La bendición de Dios Topoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Descienda cobre nosotros
y permanezca para siempre.
-Amén.
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