Gloriosísimo San  Alejo, primer rey de alejandría, 
no me desampares ni de noche ni de día, 
así  mismo te suplico que veles por mi persona 
y me alejes de enemigos 
que procedan  de mala fe contra mi, 
líbrame y aléjame del poder del demonio, 
de los hombres  malvados, 
de animales feroces y de brujas y hechicerías. 
San Alejo, San Alejo,  San Alejo, 
tres veces te he de llamar, 
todas las veces que se me ofrezca, 
para  que me libres de todo mal.
Tres cruces te ofrezco, 
que es señal de buen cristiano, 
para que castigue la  mano criminal 
al villano que quiera hacerme mal.
Así quebrará también la lengua 
al que mal quiera hablar de mi. 
te ruego piadoso  San Alejo, 
que no abandones los alrededores de mi casa 
y que todo lo que esté a  mis pies sea de mi obligación. 
amén. 
Jesús. 
San Alejo de León, 
si alguna persona  quisiera traicionarme, 
permita dios que se le caigan las alas del corazón 
y  venga humilde a mi, 
como vino Jesús al pie de la cruz. 
(Al levantarse, rezar  cinco credos a San Alejo, 
tres salves a las tres cruces que se harán 
al hacerse  ésta oración, 
y dirá estas palabras: “una, dos, tres para san alejo”).  
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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