GRACIAS Señor por la paz, por la alegría,
por la unión que los hombres,
mis hermanos, me han brindado;
por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron;
por esa mano oportuna que me levantó;
por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron;
por esos oídos que me escucharon;
por ese corazón que tanta amistad, cariño y amor me dio.
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias, Señor por el ‘éxito’ que me estimuló,
por la salud que me sostuvo,
por la comunidad y momentos alegres que me descansaron.
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias, Señor…me cuesta decírtelo...
por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión,
por el engaño, por la injusticia sufrida, por la soledad,
por el fallecimiento del ser querido.
Tú sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo…!
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias, Señor, sobre todo,
por la fe que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó,
pero que Tú nunca dejaste de fortalecer,
cuando tantas veces encorvado/a
bajo el peso del desánimo me hizo caminar
en el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad.
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
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