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Señor Jesús,
tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados,
te ruego que cures los traumas
que provocan turbaciones en mi corazón;
te ruego, en especial que cures aquellos
que me causan enfermedad.
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Te pido que entres en mi vida,
que me cures de los traumas psíquicos
que me han afectado en tierna edad
y de aquellas heridas que
me los han provocado a lo largo de toda la vida.
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Señor Jesús, tú conoces mis problemas,
los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor.
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Te ruego, en virtud de aquella gran llaga
abierta en tu corazón,
que cures las pequeñas heridas que hay en el mío.
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Cura las heridas de mis recuerdos,
a fin de que nada de cuanto me ha acaecido
me haga permanecer en el dolor,
en la angustia, en la preocupación.
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Cura, Señor, todas esas heridas íntimas
que son causa de enfermedades físicas.
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Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor,
purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino.
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Ayúdame a ser humilde y benigno.
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Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime
por la muerte de las personas queridas.
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Haz que pueda recuperar la paz y la alegría
por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida.
Quita de mi alma la opresión y la tristeza.
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Hazme testigo auténtico de tu Resurrección,
de tu victoria sobre el pecado y la muerte,
de tu presencia Viviente entre nosotros.
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¡Amén!
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