¡Señor Jesús acudo a tu auxilio!
¡Virgen Santísima socórreme!
San Expedito, tu que lleno de valor
abriste tu corazón a la gracia de Dios
y no te dejaste llevar por la tentación
de postergar tu entrega,
ayúdame a no dejar para mañana
lo que debo hacer hoy por amor a Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio
y tentación con el poder que Jesús me da.
Que sea yo diligente, valiente y disciplinado
al servicio del Señor,
y no me acobarde ante las pruebas.
Tú que eres el santo de las causas urgentes,
te presento mi necesidad (Hacer aquí la petición).
Sobre todo te pido que intercedas por mi
para que persevere en la fe,
y así llegue al gozo del cielo con Cristo,
con la Virgen María, los ángeles y los santos.
Amén.
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